Flores de Bach

En 1928, durante un viaje al País de Gales en busca de un mayor contacto con la naturaleza para su salud emocional y física algo quebrantada, el doctor Edward Bach —bacteriólogo del Hospital Homeopático de Londres— hace un descubrimiento asombroso: encuentra que en la presencia cercana de algunas flores —en particular el mímulo y el climátide— haya un marcado alivio a la prisa e impaciencia que le acosaban por esos días.
El doctor Bach, un profesional muy respetado entre sus colegas y todo un personaje cuya vida por momentos parece una novela, vuelve a Londres para avanzar en investigaciones de laboratorio con distintas flores, pero en 1930 decide dejar todo atrás y marcharse al País de Gales para continuar buscando respuestas en la naturaleza.
Trabaja de diferentes maneras con las flores que va recogiendo en busca del resultado óptimo hasta que encuentra un sistema bastante sencillo de colocar las flores recién cortadas dentro de un recipiente con agua de un arroyo cercano y dejarlas unas horas al sol. Ya Bach había observado que las gotas de rocío que se posaban en lo pétalos de las flores conservaban sus vibraciones.
A partir de entonces Bach dedicaría a su investigación en el campo galés cuatro años, lo cual daría como fruto el análisis e identificación de 38 flores que conformarían su sistema. En principio había trabajado con 12, pero a medida que notaba en sí mismo nuevos estados mentales, volvía al campo y encontraba la solución en otra flora silvestre. (El Diario)

http://www.floresdebach.org

El Dr. Bach descubrió los 38 remedios florales, cada uno para un estado emocional y mental específico, además de una combinación de cinco de las flores, diseñada para situaciones difíciles y apremiantes, que él llamó el Rescue Remedy (Remedio de Rescate).

Actualmente, estos remedios suaves y seguros son utilizados en todo el mundo por la gente a nivel particular, por médicos y profesionales del sector de la medicina complementaria, psicoterapeutas, consejeros, dentistas, veterinarios y sanadores. Durante muchos años, en el Centro Bach se han recibido miles de testimonios de pacientes y profesionales confirmando su eficacia.

Edward Bach definía a la enfermedad como un desequilibrio emocional que se produce en el campo energético del ser vivo. Si este desequilibrio continúa por cierto tiempo sin tratamiento, se produce la enfermedad en el cuerpo físico. Escribiéndole a un colega definía: “la enfermedad es una suerte de consolidación de una actitud mental y solo es necesario tratar tal actitud mental y la enfermedad desaparecerá”.

El Dr. Bach decía que todos somos producto de la misma fuente que el llamaba Amor y por lo tanto todos formamos manifestaciones de el. Que venimos a la tierra con esa chispa divina en nuestro interior, para entrar en un cuerpo físico y con una mente. Que el ser interior o alma, viene a cumplir una misión específica, igual de importante para todos, y si nuestra personalidad no sigue los impulsos emanados por nuestra alma, se presentará un conflicto, el cual se evidenciará con un bloqueo en el flujo de nuestra energía y se manifestará como un síntoma emocional en desequilibrio, en donde si este se prolonga, proporcionará como resultado manifestaciones físicas, llamadas enfermedades. Por esto sólo se logran corregir los efectos sin llegar a las causas. Para el Dr. Bach, existen dos errores primordiales, el primero: la disociación entre nuestra alma y nuestra personalidad y segundo: la crueldad o el mal hacia los demás, puesto que va en contra de la unidad, teniendo en cuenta que todos somos parte de la misma unidad

 

Análisis transaccional para niños y adultos

1. En la creencia de que nosotros creamos nuestra realidad, somos co-creadores y todo lo que vemos, experimentamos, toda la gente que nos rodea, todo lo que conforma nuestro mundo está ahí porque nosotros lo hemos creado, le hemos pedido que esté por alguna razón o motivo. Por consiguiente nosotros somos los responsables de lo que ocurre en nuestro mundo. Hemos de aceptar que tenemos el 100% de responsabilidad en las cosas que ocurren.

2. Nuestra mente se compone de un Consciente, un Supra-consciente y un Subconsciente al que muchos identifican con el Niño Interior, Niño que posee la llave de nuestra felicidad y almacena en su poder información de todo lo acontecido en esta y otras vidas. Digo que tiene la llave de nuestra felicidad, porque hay muchas experiencias que las estamos fabricando pero no somos en realidad conscientes de ello, las está creando este niño o subconsciente partiendo de los datos que posee de experiencias antiguas.

El afán de este Niño es ser feliz, como cualquier otro niño en el mundo, él te ama y se identifica con tu ser físico. Como cualquier niño necesita que le prestes atención, le encanta que le mimes y necesita sentirse verdaderamente querido, valorado y protegido. Tenemos que llegar a comprender que la mente es perfecta pero no las memorias que contiene, los datos con los que trabaja y es ahí donde incide esta técnica, en la corrección de lo errado de esas memorias y datos, en la corrección de la visión
o aceptar la ayuda de la Divinidad y la creación de este Niño Interior que a toda costa intentará protegerte y hacer que le tomes en consideración, incluso usando el sabotaje de tus proyectos para conseguirlo si es necesario.

3. Hay una Divinidad cuya sabiduría y poder son muy superiores a las nuestras y que nos ama incondicionalmente. Tenemos que estar dispuestos a dejar todo en manos de esta Divinidad para que sane nuestros recuerdos, sentimientos, creencias…, para que sane la raíz misma de toda experiencia no deseada o dolorosa que tengamos y para que sane a un mismo tiempo a los demás.

Tenemos que estar dispuestos a aceptar nuestra responsabilidad y también a un mismo tiempo, aceptar que es con esta ayuda con la que podremos sanar y ser sanados. Para poder practicar esta técnica hay que conectar con nuestro Niño Interior y pedirle que se comunique con la Divinidad y le diga: ”

Divinidad limpia en mi lo que está contribuyendo a que aparezca este problema” Después hay que afirmar: Lo siento, perdóname, te amo, gracias. Al hacer esto estoy pidiendo a la Divinidad que cancele programas (memorias) en mí para que ellos sean cancelados también en las otras personas, estoy pidiendo sanar mi Niño Interior para sanarme a mi mismo y a los demás.